El pasado martes, 20 de febrero, el Delegado de Infancia y Juventud, D. Antonio José Blanca Ortega, participó en la reunión y encuentro de trabajo de los delegados y responsables de Juventud del Sur. El encuentro comenzaba en el Seminario Menor de Córdoba, convocados por su obispo, D. Francisco Jesús Orozco, responsable, a su vez, del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal.

Fue una mañana muy productiva, y de mucho trabajo. Como primer punto de la mañana los responsables de la pastoral juvenil de las dos provincias eclesiásticas del sur de España nos hacían un breve resumen de todo lo que se ha tratado en el pasado Consejo Nacional de Juventud que tuvo lugar en Badajoz a finales del mes de enero. Un gran reto, desde la pastoral con jóvenes, sobre el discernimiento vocacional, desde las sinergias y la coordinación que debe existir entre la pastoral vocacional y la pastoral juvenil, porque el discernimiento vocacional tiene su “humus” en los jóvenes.

En segundo lugar, se nos informó sobre el estado del Proyecto Marco en el que se está trabajando, “Con el Buen Pastor en Camino a Emaús”, orientaciones generales para la pastoral juvenil a nivel de la Conferencia Episcopal.

Se estuvo tratando también el tema del papel del Delegado de Juventud, como coordinador a nivel local de las distintas realidades juveniles. Su función primordial es acompañar, nunca suplantar. Así como fundamental que desde la pastoral juvenil se trabaje en comunión con otras realidades, movimientos juveniles existentes en la Diócesis.

La mañana continuaba con grandes propuestas de actividades, a corto y a largo plazo, para llevarlas a cabo conjuntamente todas las delegaciones de pastoral juvenil del sur de España. Actividades que se irán dando a conocer en su momento oportuno pero que van a suponer una gran apuesta por la creación de lazos de comunión entre los jóvenes del sur. Que nuestros jóvenes estén atentos a las redes y medios de comunicación social de la pastoral juvenil porque se avecina “lío”.

La jornada finalizaba con un ágape fraterno en el propio Seminario Menor de Córdoba en un ambiente muy distendido y cordial por parte del prelado y de los delegados asistentes. Todos coincidíamos en que este tipo de encuentro entre los responsables de la pastoral juvenil son un gran empuje de entusiasmo e ilusión para la misión que se nos encomienda.